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6 consejos para vivir un invierno saludable

La llegada del invierno trae consigo frío, lluvia y, en ocasiones, nieve. Las bajas temperaturas contribuyen al desarrollo de algunas enfermedades, como la gripe o el resfriado. Asimismo, muchas personas experimentan un aumento de peso, depresión y ansiedad durante esta temporada, porque los días oscuros y gélidos afectan a nuestro cuerpo, haciéndolo más susceptible a las enfermedades físicas y mentales. Es por eso que, a continuación, compartiremos algunos consejos fundamentales para vivir un invierno saludable.

Mantener una alimentación saludable

Todos sabemos que lo que comemos incide en cómo nos sentimos, por lo que es imprescindible cuidar la alimentación durante el invierno. En los días fríos, somos más propensos a ingerir comida que contiene muchas calorías, y eso podría convertirse en un problema de sobrepeso, entre otras cosas. Para evitar el aumento de peso y darle al cuerpo los nutrientes que necesita, no debemos dejar de lado el consumo de frutas, verduras, grasas saludables y cereales.

Tomar vitaminas y minerales necesarios

Debemos consumir alimentos que contienen vitamina D, vitamina C, zinc y hierro para cuidar el sistema inmunitario. La vitamina D se obtiene del sol y, en menor medida, de algunos alimentos, como la leche entera; lo más recomendable es suplementar su ingesta con complementos alimentarios que contengan una buena dosis de este compuesto. Asimismo, hay que aumentar el consumo de vitamina A, que ayuda a mantener la hidratación de la piel, evitando que se reseque.

Cuidar la piel
En la época más fría del año, los rayos del sol son más débiles, por lo que muchas personas creen, erróneamente, que no es necesario cuidar la piel. Sin embargo, no hay que olvidar protegerse de la irradiación solar o, incluso, del reflejo de la nieve, y mantener los labios hidratados. Asimismo, es conveniente utilizar productos específicos para el cuidado de la piel, como los de Blue Lagoon Skincare, por ejemplo, que tienen fórmulas diseñadas exclusivamente para hidratar y mantener los nutrientes que se necesitan para estar saludable.

Reforzar las medidas de prevención
Durante el invierno, es común coger un resfriado o la gripe, ya que estos circulan en los ambientes cerrados que, con las bajas temperaturas, están mal ventilados. Por lo tanto, es imprescindible reforzar las medidas de prevención. La mejor manera de prevenir el contagio es lavarse las manos frecuentemente. Además, se recomienda no llevarse los dedos a la nariz, a la boca y a los ojos, ya que estas son las vías de entrada de los virus. Al estornudar o toser, es de vital importancia cubrirse nariz y boca con la cara interna del codo para evitar la propagación de gérmenes.

Hacer deporte
Los días fríos invitan a quedarnos en casa y descansar, pero es importante que, durante esta época, no dejemos de lado el ejercicio físico. El deporte ayuda al cuerpo a liberar endorfinas, sustancias que alivian el dolor y nos dan una sensación placentera. Además de combatir la depresión y la ansiedad, el entrenamiento ayuda a mantener un peso saludable y las defensas altas para evitar el contagio de enfermedades. Eso sí, es imprescindible usar ropa transpirable durante la actividad.

No fumar

El tabaco es perjudicial durante todo el año, pero en invierno los fumadores son más propensos a contraer enfermedades respiratorias. El humo impide que los vellos de la nariz filtren correctamente las partículas del aire, exponiendo al cuerpo a más infecciones. Asimismo, quienes fuman tardan más tiempo en recuperarse de la gripe o del resfriado. Por otro lado, los cigarrillos también tienen un efecto perjudicial en la salud mental, ya que, en lugar de aliviar la ansiedad, producen más tensiones.